Nuestra experiencia nos demuestra que aunque las consecuencias de los procesos de enfermedades son similares en los usuarios, cada caso, cada familia, cada estilo de vida y de convivencia con la enfermedad es particular en sí mismo y la realidad se afronta de manera diferente.
Por ello, vemos imprescindible realizar una valoración previa de la situación mediante entrevista domiciliaria, y adaptarnos mejor a las particularidades de cada familia, así como un seguimiento mensual para ir adaptando el servicio a las nuevas necesidades.